lunes, 15 de febrero de 2010

Por nada…

El sábado que leía la sección justicia del Reforma lo ultimo que esperaba era encontrar la nota que se refería al asesinato de mi cuate y es que sin la intención de entrar a detalles de cómo era él ante la vida y sobre la familia que dejó, lo sorprendente y que no me deja descansar la mente son los motivos. Siempre que escucho asaltos o asesinatos busco el móvil ¿dónde andaba, con quién andaba, a qué se dedicaba? o si se resistió al asalto y desde ahí veo mi propio riesgo y trato de darle una explicación lógica -si es que matar puede tenerla- a lo que pasó, pero cuando te dicen que lo mataron por nada… simplemente porque a los asaltante-asesinos les pareció que no debía vivir más, entonces pierdo mi capacidad de comprender, y si a eso le sumamos la ya conocida historia de ministerios públicos y jueces en donde los crímenes quedan impunes, ya no hay de dónde agarrarse y quedamos totalmente indefensos ante la violencia de las y los criminales que ahora hasta matan por nada y de una “justicia” que no hace nada.
Hace apenas unos días se modificó el artículo 40 de la Constitución en el que afortunadamente por primera vez se describe al Estado Mexicano como laico y simplemente tratando de hacer alusión ha estos dos hechos recuerdo el decir popular “Pero hay un Dios que todo lo ve” y si esto es cierto entonces parece que lo único que nos queda a los y las que vivimos en esta ciudad y en este país laico es dejar en la manos de la justicia divina que todo lo ve lo que no podrá hacer ni ver por corrupta e incompetente el sistema de justicia. Porque, bueno, me queda claro, que ha estos ¡no los van a encontrar!, entre otras razones, porque nadie los va buscar. Y así, la lista de los crímenes de los y las no conocidos crece pero es que, qué podemos esperar si casos como el News Divine, la guardería ABC, los chicas y chicos asesinados en Chihuahua hace unos días, las mujeres asesinadas de Juárez, el caso Martí, que han cimbrado a la sociedad, no se resuelven, mucho, mucho menos el de mi cuate, así que por favor no me hablen de pactos de seguridad, porque en verdad por nada les creo .